GRAL.ARENALES, 14 de febrero de 2017
Los docentes vuelven a las escuelas. Unos días más esperará la canción a la
bandera, el timbre recordatorio y el alboroto de los recreos. Pero la tarea
para ellos comienza, igual que todos los años para muchos y como una novedad
para los que se inician en la profesión de enseñar.
Un viejo actor de teatro
dijo una vez que antes de ingresar al escenario no recordaba nada de su
parlamento, pero que una vez allí sus palabras surgían nítidas y fluidas. Así
es el trabajo de nuestros docentes: un volver a empezar cuya fluidez se hace
más sabia con los años. Eso se llama experiencia. Los he visto trabajar y sé
que es así.
Los tiempos han cambiado.
Parecen ser los días finales de las marcas que deja la tiza sobre la maciza
pizarra y del trazo multiforme de la birome. Sin embargo, hablamos siempre de
indispensables personas.
Ya se abre esa puerta y
entra la esperanza. Quiero agradecer su vuelta a los docentes, protagonistas de una escena en el que el
decorado varía, pero los actores indispensables son y serán eternamente los
mismos. Gracias maestros.
Alejandro Finocchiaro,
Ministro de Educación de la Provincia de Buenos Aires.